lunes

Virginidad

Sabemos que el término se aplica diferente en hombres y mujeres, principálmente en la adolescencia.

Cuando un varón no tiene aún relaciones sexuales, sus compañeros se burlan y lo incitan a tenerlas para solucionar el "defecto". Entonces tratan de convencer al sexo opuesto para llevarlas a cabo y demostrar tanta hombría como los demás. Una vez logrado el objetivo manifiestan que han perdido su virginidad aunque solo hayan tenido su primera experiencia sexual.

En las damas es diferente ya que el himen se rompe y además puede tener dolor de vientre, cansancio e incluso infección urinaria. Esto sucede solo en algunos casos.

Lo interesante es como nos enfrentamos a la situación sexual de la mujer, es decir, como al enterarnos que ha tenido coito cambiamos respecto a ella.

Algunos en nuestra sociedad aun piensan que:
  • La mujer debe llegar virgen al matrimonio. (como señal de pureza y castidad)
  • Si ha tenido relaciones sexuales antes de casarse es menospreciada. (sabe tanto de sexo que no se tiene idea de con cuantos se haya ido a la cama)
  • Obtener la virginidad de ella es lograr una hazaña. (a la virginidad se le mira como un gran trofeo).
  • Ser "el primero y único" es lo más importante. (así está seguro de que no hay comparación)
Es importante recalcar que no solamente los hombres piensan así, también las mujeres entre ellas se llaman zorras, prostitutas, etc.

Es muy difícil hablar de un tema tan extenso y que atrae tantas pasiones así que mejor emitiremos algunas recomendaciones para las mujeres:

  1. Si no te sientes segura de hacerlo, simplemente di no, aún cuando seas presionada o casi obligada a ello, la mayoría pide "la prueba de amor", "hagámoslo y estaremos juntos para siempre", "te amaré mas si me das lo que quiero" etc. La persona que eso dice, lo único que quiere es tener sexo, a diferencia de la que te ama que buscará tu bienestar sobre todas las cosas.
  2. Piensa muy bien el paso que darás porque no hay marcha atrás al entregarte a alguien.
  3. Al hacerlo pide a tu pareja el uso del condón, así evitarás enfermedades o embarazo no deseado.
Y para los hombres:
  1. Traten a las mujeres con respeto, recuerden que provienen de una.
  2. No las forcen, es mejor que ellas se entreguen libremente a quien ama.
  3. No las juzguen por lo que hicieron antes de conocerlos, "Lo que no fue en tu año, no es tu daño".
No estamos a favor ni en contra del sexo antes del matrimonio. Somos libres de hacer lo que queramos con nuestro cuerpo, si queremos llegar vírgenes o no al matrimonio, es decisión personal.

Y para reflexionar les dejo esta poesía de Sor Juana Inés de la Cruz (Sí!, esa monja que viene en los billetes!).

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sóis la ocasión
de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿porqué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais
y en la posesión, Lucrecia.

¿Que humor puede ser mas raro
que el que falto de consejo,
el mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejandoos, si os tratan mal,
burlandoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana
pues la que mas se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere
bien haya la que no os quiere
y quejáos enhorabuena.

Dan vuestra amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cual es mas de culpar
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscais.

Dejad de solicitar
y después con mas razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

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